A pesar de que no tenemos la certeza de saber en qué piensan los demás, puesto que no podemos leer la mente de otras personas, este tipo de pensamiento puede llegar a tener mucho poder sobre nosotros. Algunos ejemplos:
Pensar en cosas que produzcan felicidad. Muchas veces hay pensamientos que dejan de estar presente cuando nos enfocamos en otros. Cuando podés pensar en acciones positivas estos retroceden.
Elegir una pequeña acción. Algo que se pueda hacer aunque el pensamiento siga ahí y diga lo contrario. Recordar que mis pensamientos no me definen sino que yo elijo actuar según lo que me importa es un cambio de mirada, es correrse de esta plan de que el pensamiento es la realidad.
Pensar en lo que te da felicidad: centrarte en pensamientos positivos puede hacer retroceder los negativos. Hacer una lista diaria de cosas buenas puede ayudarte a revalorizar aspectos de tu vida que antes pasaban desapercibidos.
La idea no es reciclar el pensamiento negativo, sino agotarlo, consumirlo por medio del ejercicio, mantener la mente ocupada haciendo que el cuerpo trabaje y así no caer en la trampa de nuestra propia psique.
Cuando los pensamientos negativos son acerca de uno mismo pueden afectar severamente la autoestima de la persona, llegando a creer que no tiene la capacidad para enfrentar las adversidades de una forma adecuada ni las habilidades necesarias para desenvolverse o competir con los demás. ¿Te gustaría conocer 13 pasos para lograr el amor propio?
Deje de rumiar sobre su salud o sus miedos a la enfermedad o la muerte. Vuelve a entrenar a tu cerebro para website que piense en cosas sanas que afirmen la vida.
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Nuestras ajetreadas vidas llenas de trabajo, obligaciones familiares, distracciones y quehaceres nos hacen sentir abrumados. A veces la vida es tan ajetreada y exigente que nos sentimos paralizados y fuera de Management.
En la lucha contra la negatividad, recuerde los elementos del pensamiento positivo: centrarse en lo bueno, tomar el Manage de la vida en nuestras propias manos y cambiar las circunstancias y nosotros mismos, aprender y aceptarnos a nosotros mismos, desarrollar el amor por nosotros mismos y el mundo, en cada situación hacer algo para mejorar la vida, buscando siempre varias opciones para lograr el objetivo. Y también es importante definir tu propósito, encontrar sentido y propósito a la vida.
Pero conoces las implicaciones que tiene para la salud aferrarse al peso, por no hablar de lo que está haciendo a su autoestima. Todos esos pensamientos negativos hacen aún más difícil dar el primer paso hacia la salud.
Por fortuna, existen una serie de estrategias para evitar que los pensamientos negativos tomen el control de nuestra mente y, consecuentemente, de nuestra conducta. Veamos algunos de ellos.
Aceptar que los pensamientos negativos son parte de la experiencia humana es clave, pero también lo es entender que puedes elegir cómo relacionarte con ellos.
Conectar con tus valores: preguntarte qué aspectos importantes de tu vida se ven bloqueados por ese pensamiento.